En 2013, durante las obras en la Plaza Séneca, se destapó uno de los refugios subterráneos más grandes y mejor conservados de la ciudad, sellado durante décadas y redescubierto gracias a una significativa intervención arqueológica. Este hallazgo impulsó el proyecto de recuperación y revalorización de la plaza, transformando no sólo su superficie en un nuevo espacio social, sino también recuperando el refugio subterráneo como parte del patrimonio cultural de la ciudad.

En el estudio nos encargamos del diseño y gráfica de la puerta de acceso a este refugio histórico. El diseño se centró en crear un acceso que fuera funcional y respetuoso con el entorno, integrándose de manera armónica en el renovado espacio urbano de la plaza. La señalización fue cuidadosamente planificada para guiar a los visitantes de forma clara y segura, destacando la importancia histórica del lugar y facilitando la conexión entre el nuevo espacio social en la superficie y el recinto cultural subterráneo.

La significación del acceso y su señalización no sólo cumplen una función práctica, sino que también sirven como símbolo de recuperación de un patrimonio silenciado, convirtiendo el refugio en un espacio accesible y valorado por la comunidad.