La 𝗶𝗹𝘂𝗺𝗶𝗻𝗮𝗰𝗶ó𝗻 𝗺𝘂𝘀𝗲𝗼𝗴𝗿á𝗳𝗶𝗰𝗮 va mucho más allá de la simple visibilidad del objeto expuesto, ya que atiende a múltiples y diferentes requisitos como son la eficiencia, la conservación, la accesibilidad visual y el diseño.

Desde la ideación del proyecto deben aunarse los esfuerzos por conseguir una iluminación que reúna todas las exigencias que tanto el contenedor como el contenido precisan para comunicarse de la mejor manera.

Proyectos tan especiales como nuestra exposición temporal itinerante, “Luz de Roma”, traía también la propia luz como elemento patrimonial. Una exposición sobre candiles de aceite de época romana que daba a conocer la utilidad, la forma y la decoración de estos objetos preciosos. Cuarenta y tres lucernas procedentes de diferentes museos de la provincia donde su función lumínica pasó a formar parte de la escenografía.

La iluminación al servicio de la comunicación, de lo expositivo y experiencial, creando un equilibrio entre la visibilidad y la calidez, generando un espacio inmersivo que invita a la observación reflexiva y silenciosa, que expone la pieza y a la vez, previene su deterioro.

MARQ, La Vanguardia, La crónica virtual, La verdad, Diario Información, El periodic, Diputación de Alicante