Obra de arquitectura para el diseño de la primera OMAC digital en el barrio de San Antón, Elche, como proyecto piloto para la modernización de unas oficinas que representa una transformación en su funcionamiento. La oficina, de aproximadamente 200m2, está integrada en un local de planta baja de un edificio de un bloque plurifamiliar, en una zona residencial en expansión, y cuyo acceso está en la plaza interior de manzana.
La principal función de esta oficina es la de favorecer el acceso a los servicios electrónicos a la ciudadanía para acabar con la brecha digital (de uso y acceso a ciudadanos). La arquitectura ayuda en ello creando un espacio permeable con la plaza, con una relación dentro-fuera casi continua, mediante los grandes paños de vidrio, pero que a su vez dan cierta privacidad, gracias las gráficas y vinilos.

Para el acceso, la plaza gana espacio al local, creando un espacio público resguardado bajo el techo del edificio. Dentro, una sala diáfana cubre las diferentes necesidades de la oficina, desde la zona de espera, la recepción o como la propia zona de oficina, con 16 puestos de atención personalizada:11 puestos de autogestión para ciudadanos, 3 de atención inicial y 2 de atención convencional. Los usos más privados, como almacén, aseos, o el office, se quedan en un segundo plano, tras los panelados de madera y cajones de luz de la zona principal.