La sala se sumerge en una oscuridad controlada, solo velada por unos proyectores dirigidos a unos documentos en una de las paredes. Las lámparas de halogenuro metálico, de 70w, con un grado de apertura de 10 grados, nos sirve para controlar la mancha de luz sobre la gráfica.

El muro curvo que sirve de pantalla de proyección y expositor empotrado incorpora una iluminación lineal, oculta, con tubos Led T8, de 9w, de color neutro, que arroja la luz a las piezas expuestas realzando su volumetría y detalles menores. Las vitrinas verticales se iluminan con mayor intensidad en la base y se va difuminando según asciende.

La última sala, la principal se esconde tras el muro de proyección.

Sorteas el muro suspendido y entonces te encuentras dentro de la oscuridad sin límites de la sala y te sumerges en una lámina blanca plegada, suspendida, sinuosa, que sirve de soporte a las piezas. Cada vitrina semiesférica se ilumina cenitalmente con una fuente de emisión de luz que desaparece, sin deslumbrar, materializada como un cielo de puntos de luz. Estos puntos, lámparas Led de 14w, iluminan cada semiesfera desde el techo blanco, con una luz directa, confortable, de haz vertical.

Las piezas, en vitrina, se apoyan sobre una plancha de plástico translúcido, cálido, en contrapunto a la lámina blanca plegada principal. El material translucido de soporte de piezas se idea como fuente de iluminación de las piezas. Este soporte lumínico de piezas se retroilumina con diferentes unidades de lámparas de fluorescencia compacta TC-DEL de 18w.